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El poder del lenguaje para el dominio emocional

poder del lenguaje

El podcast de esta semana trata sobre el poder del hábito de tu lenguaje para lograr el dominio emocional. ¡El significado que le atribuyes a una situación lo es todo! Y las palabras que uses para describir una experiencia cambiará el significado de lo que sientas y las emociones que experimentas al describirlo. 


En esta serie de tres podcasts sobre cómo transformar las emociones negativas en positivas, profundizamos en el mundo del dominio emocional–cómo controlar y redirigir tus emociones para poder experimentar otras emociones más positivas. 

Y si ya has escuchado la parte 1 y 2, entonces, probablemente ya sabes que la información que tocamos en esta serie, simplemente no tiene precio. Si lo pones en práctica, va impactar tu vida de una manera muy positiva y poderosa.

Esta serie la comenzamos con el concepto de que las emociones que experimentamos comúnmente están directamente relacionadas con la calidad de nuestra vida. 

Es decir, cuánto más alegría y gratitud sentimos a diario, más vamos a describir nuestra vida como significativa y gratificante. 

Por el contrario, cuánto más experimentemos emociones negativas como el enojo o  el resentimiento, por ejemplo, más descontentas vamos a estar con nuestras vidas. 

Por lo tanto, practicar el dominio emocional, que es la redirección de nuestro estado emocional, puede tener un gran impacto en la calidad de nuestras vidas, ya que implica influir en nuestras emociones de manera positiva.

Ahora, si aún no has escuchado la parte 1 y 2 de ésta serie, sinceramente te sugiero que antes escuches las dos primeras ya que son los componentes básicos de esta serie y si te pierdes una parte te quedarás con la información incompleta. 

Todos los elementos de esta serie son cruciales, para la puesta en práctica del dominio emocional.

Desarrollando la mentalidad para lograr el dominio emocional


El dominio emocional requiere que cambiemos nuestra mentalidad y que aceptemos que nuestras emociones son nuestra responsabilidad,  sin importar lo que la vida nos depare. 

Ahora, eso no significa que no podemos experimentar emociones negativas en ciertas ocasiones. Somos seres humanos, sin duda.  También es obvio que no es fácil sentirse bien cuando estamos atravesando momentos difíciles.

Pero esto no implica que nos vamos a dejar llevar por nuestras circunstancias. Y les cuento, la mayoría de las personas son víctimas de sus circunstancias. Esto es exactamente lo que se quiere evitar mediante el dominio emocional.

El dominio emocional te pone al mando como el piloto de tu vida.

Básicamente, adoptamos la creencia de que la vida es un 10% lo que nos pasa y 90% el cómo reaccionamos ante ello.

Ahora, nuestras emociones negativas no se transformen por arte de magia.  El dominio emocional requiere intención y práctica, como todo lo que vale la pena perseguir en la vida.

También debemos conocer y entender las tres fuerzas que controlan nuestras emociones y utilizar estas fuerzas a nuestro favor.

Las fuerzas que controlan nuestras emociones


La primera fuerza que controla nuestras emociones es la fisiología o la forma en que movemos nuestro cuerpo físico. 

En la primera parte de esta serie, nos sumergimos profundamente en éste tema en particular. 

Examinamos en detalle la conexión que existe entre nuestra respiración, postura, y movimiento con relación a  nuestras emociones. También hablamos sobre el ejercicio como una forma científicamente comprobada y natural para combatir la depresión.

Pero aunque la fisiología sea una arma poderosa para modificar tu estado de ánimo, no es la única. Ella es sólo una pieza del rompecabezas. Porque hay otras dos fuerzas que controlan tus emociones.

La segunda fuerza que controla nuestras emociones: es el foco de nuestra atención. 

En la segunda parte de esta serie, analizamos con profundidad el efecto que tiene nuestro enfoque.  En otras palabras, el cómo te sientes depende de aquello en lo que te enfocas en un momento determinado. 

Porque la energía fluye en la dirección hacia donde va tu foco de atención. 

Lo que significa que siempre ponemos nuestro enfoque en el contenido  que consumimos. Es por ello que debemos ser más cuidadosos con todo aquello que vemos y escuchamos.

El hábito de tu lenguaje


La tercera fuerza que controla tus emociones es el hábito de tu lenguaje cotidiano .

Las palabras que uses para describir una experiencia cambiará el significado de lo que experimentas y también las emociones que sientes al describirlo.

Esto es crucial porque el significado que le damos a las diversas situaciones que se nos presentan a diario van a determinar si nos sentimos felices o miserables. 

¿Y qué es lo que hacemos nosotros los humanos para comunicar el significado que algo tiene para nosotros? Usamos nuestro lenguaje y las palabras.

  Por lo tanto, volverse muy intencional con el hábito de nuestro lenguaje cotidiano es de suma importancia.

De hecho, es primordial, esencial, vital, urgente, necesario, crítico e indispensable. 

Quizás pienses que estoy siendo melodramática, así que permítanme expandirme en el tema.

Ejemplo del poder de tu lenguaje


Dos personas pueden pasar por la misma experiencia pero interpretarla de manera totalmente diferente, lo que a su vez  va a determinar si se sienten empoderadas o no.

Para explicarlo más a fondo, les voy a poner el siguiente ejemplo:

Supongamos que dos mujeres son despedidas del trabajo; ambas tienen la misma edad, la misma situación financiera y la misma cantidad de responsabilidades económicas.  

La primera, aunque también tiene que enfrentar la pérdida de su empleo y experimentar miedo y un estrés sumamente intenso, interpreta que el despido es una bendición disfrazada. 

Ella se dice a sí misma, incluso se convence a sí misma, de que no hay mal que por bien no venga.  Además, ella toma este tropiezo como una oportunidad para incrementar su fé en Dios.  Ella se dice así misma repetidamente que se presentará una mejor oportunidad en el futuro.  Ella lo que piensa es: no sólo las cosas estarán bien, sino que serán todavía mejores.

Ya sabes probablemente a dónde voy con esta historia.

La segunda mujer, SIN EMBARGO, que también se enfrenta al mismo miedo y al estrés de la primera, interpreta que el despido es un castigo de Dios o como una prueba más de que Dios no existe. 

Ella interpreta que este tropiezo es un testimonio de que su vida está condenada.  Se dice a sí misma que es demasiado vieja y que nunca encontrará otro trabajo con los beneficios que alguna vez tuvo.  En esencia, ella piensa que está jodida.

Recuerden que estamos hablando de una misma experiencia pero con dos interpretaciones diferentes y hábitos de lenguaje completamente distintos. Uno resultará en esperanza, y la otra en desesperación.

Y mamacita, ambas mujeres tienen razón.

Creas lo que creas: tienes razón


Hay una famosa cita de Henry Ford que dice: “Ya sea que pienses que puedes o que no puedes, tienes razón.”

Tu vida es en el presente y será en el futuro, la interpretación que le des a lo que te sucede. Lo que importa no es lo que te pasa sino tu interpretación de lo que te pasa.

Oprah lo dice mejor: “Te conviertes en lo que piensas y lo que crees”.

¡El significado que le atribuyes a algo lo es todo!

El significado equivale a la emoción


Tus emociones son el resultado de tus interpretaciones. 

Es decir, un significado positivo resulta en una emoción positiva. Al contrario, un significado negativo resulta en una emoción negativa.

En resumen, todo es el resultado de tu sistema de creencias.

Entonces, si estás viviendo en este momento un episodio realmente doloroso y difícil, solo ábrete a la posibilidad de que puedes cambiar el significado que le estás dando a esta experiencia.

Nosotras somos las que definimos nuestras vidas por los significados que nosotras mismas creamos.

Entonces, sea cuál sea el sistema de creencias que decidas adoptar, asegúrate de que sea de alto empoderamiento.

Tal vez te estarás preguntando: ¿Cómo se hace esto?

Cómo adoptar creencias de alto empoderamiento


Una de las preguntas más poderosas que podemos hacernos cuando nos enfrentamos a algo muy desafiante es:

¿En qué tendría que creer para ver esta situación o tragedia como una bendición o como una oportunidad de crear un nuevo propósito?

Este es el primer paso para ayudarnos a cambiar el significado de una situación.

Hay que reconocer que no todas las situaciones se pueden interpretar como bendiciones. Hay tragedias que simplemente nos dejan un vacío inmenso. En esos casos hay que ir más allá y pensar más bien en darle un giro a nuestra vida y buscar un nuevo propósito. 

Y esto es importantísimo porque sin propósito se nos van hasta las ganas de vivir.

El propósito es nuestro norte y es la razón por la que nos levantamos cada día. Por lo tanto tenemos que esforzarnos en desarrollar ese propósito… el significado de nuestra vida.

Y de nuevo: ¿Cómo expresamos el significado de algo? Lo expresamos por  medio del lenguaje y las palabras que utilizamos.

 Y el lenguaje, como mencioné anteriormente, es la tercera fuerza que controla nuestras emociones.

Es muy diferente decir:  Me despidieron porque siempre me pasan cosas malas.  Que decir: perdí mi trabajo porque algo mejor me está esperando.  Dios tiene un plan y el tiempo de Dios es perfecto.

Auto-sugestión y afirmaciones


A veces tienes que fingir hasta lograr tu objetivo. 

Lo que quiero decir con esto es que: Si te das cuenta de que el significado que has creado para una determinada experiencia no está funcionando a tu favor, debes entonces cambiar las palabras que usas para describir la experiencia, incluso cuando todavía no tengas una convicción absoluta de esa nueva interpretación empoderada. 

Esto se llama auto-sugestión.  También puedes llamarlas afirmaciones o aseveraciones. 

Un cambio en el hábito del lenguaje es un signo de cambio de perspectiva. 

Por supuesto, debes tener cuidado de no volver a caer en tu antiguo hábito de lenguaje. 

Tienes que crear un nuevo patrón de lenguaje hasta que ese patrón se asiente en tu nuevo sistema de creencias. 

Tienes que repetir y repetir nuevamente el significado que quieres darle a una circunstancia hasta que finalmente lo creas. Porque recuerda, nosotras somos las que elegimos los significados que asociamos a cualquier situación.

Además, algo muy interesante sucede tan pronto comienzas a contar tu historia de forma diferente. 

Tu mente buscará pruebas para validar tu nueva historia.  Es decir, comenzarás a notar pruebas a tu alrededor de que tienes razón. 

Así que ten cuidado con los sistemas de creencias que decides adoptar porque no importa cuál adoptes, tu mente te ayudará a demostrar que tienes razón.

Ahora pon el dominio emocional en práctica


Ahora te invito, mamacita, a escribir una lista de lo que necesitas  comenzar a creer para poder superar tus desafíos.

Te reto a que cambies los significados que le atribuyes a esas experiencias que te hacen sentir desempoderada.

Te reto a que adoptes significados de alto empoderamiento para que puedas lograr la alquimia emocional por ti misma y crear así una vida de mayor alegría y plenitud.

Si escuchas el episodio vas a ver cómo tus creencias van más allá que sólo una emoción.  Te doy otros ejemplos para que entiendas todo mejor y también un ejercicio poderoso para que logres deshacerte de creencias limitantes.

El significado que le atribuyes a tus historias puede cambiar no sólo una emoción, sino la forma total de mirar el mundo.

 Y esto automáticamente te va a traer más alegría, entusiasmo, esperanza, amor, paz, gratitud y todo lo bueno.

Ahora, como muchas cosas en la vida, los conceptos presentados en esta serie de tres partes, son simples aunque no fáciles. 

Tomar el control de tus emociones es como un músculo que necesitas ejercitar en el gimnasio.  Tienes que trabajarlo regularmente para que se fortalezca y debes hacerlo deliberadamente y con frecuencia. 

Porque si no monitoreas deliberadamente tus emociones, estarás a merced de las cosas que te sucedan.

Y recuerda, si decidiste asumir el dominio emocional, decidiste adoptar la creencia de que la vida es 10% lo que le sucede y 90% el cómo reaccionas ante ello.


En resumen


Para transformar tus emociones negativas en positivas:

1) Haz ejercicios y utiliza un lenguaje corporal positivo.        

2) Enfócate en lo positivo.        

3) Cultiva un hábito de lenguaje positivo.        

En resumen, esas tres frases son el compendio de cómo transformar emociones negativas en positivas. 

Ya sabes cómo practicar el dominio emocional.

Ahora déjame saber tus pensamientos sobre el tema en los comentarios abajo.

Recuerda: Don't be a mama con drama. Let's be Mamas Con Ganas!

💃🏿💃🏼💃🏽💃🏻

Besitos, 😘

Valentina

#inspiredmamacita

P.S. Si no has escuchado los episodios previos de esta serie aquí están:

Parte 1: Cómo transformar emociones negativas en positivas

Parte 2: Cómo transformar emociones negativas en positivas

Y por si acaso quieres aprender más sobre cómo desarrollar un lenguaje de alto empoderamiento, aquí comparto este artículo muy bueno llamado: El poder del lenguaje y el lenguaje del poder.

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